El lema de este año es “El seminario, misión de todos”, porque “todos somos responsables de la pastoral de la llamada” y porque “requiere la participación activa de todos los cristianos como miembros del Cuerpo de Cristo”. Así se recuerda en la reflexión teológica pastoral que también hace pública la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades con motivo de esta Jornada.
En el texto se destaca la importancia del acompañamiento y de la formación sacerdotal que “es una tarea permanente. Se trata de una necesidad imprescindible e irrenunciable a nuestro ministerio”. De hecho, la Conferencia Episcopal lleva dos años trabajando en el nuevo “Plan de Formación sacerdotal” para adecuar la formación en los seminarios a las directrices que ha marcado la Congregación para el clero en la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis. El Don de la vocación presbiteral (diciembre de 2016).