El Papa Francisco ha inaugurado en la Plaza de San Pedro del Vaticano, una escultura de bronce que representa una barca con migrantes y refugiados de todos los pueblos y épocas.
La escultura, situada junto a la columnata barroca de Bernini. El Santo Padre señaló que esta escultura tiene como objetivo subrayar “la necesidad de que nadie sea excluido de la sociedad, ya sea un ciudadano residente desde hace mucho tiempo o uno recién llegado”.
“No olvidéis la hospitalidad; algunos, practicándola, han acogido a ángeles sin saberlo”, son las palabras de la Carta a los Hebreos que han inspirado la escultura.