La creciente importancia de cuidar la salud mental en el trabajo
El retorno de las vacaciones y la vuelta al trabajo, con el consiguiente riesgo de depresión postvacacional, pone en el foco la importancia creciente de cuidar la salud mental de los trabajadores.
De acuerdo con el Ministerio de Seguridad Social, las bajas laborales por problemas de salud mental han aumentado un 118% entre 2016 y 2023. En 2023, España alcanzó un récord con 597.686 incapacidades temporales por trastornos mentales y del comportamiento, un 13,6% más que en 2022. El INE calcula que el absentismo laboral por enfermedad mental representó el 3,2% del PIB en 2022.
Teniendo en cuenta las dificultades a las que la sociedad tiene que hacer frente (dificultades económicas, incertidumbre ante el futuro, competitividad, individualismo, soledad), se estima que estos datos sigan aumentando debido al incremento de los casos de estrés laboral, ansiedad y depresión.
¿Cuáles son las principales causas de los trastornos mentales en el entorno laboral?
Centrándonos en las causas de los trastornos mentales laborales, el 32% de la población española ocupada declara estar sometida a presiones de tiempo o sobrecarga de trabajo, o también conocido como burnout laboral. En este sentido es muy reveladora la lista de riesgos psicosociales en el trabajo que establece la Organización Mundial de la Salud:
- insuficiencia de capacidades o su empleo insuficiente en el trabajo;
- cargas o ritmo de trabajo excesivos, falta de personal;
- horarios excesivamente prolongados, antisociales o inflexibles;
- falta de control sobre el diseño o la carga del trabajo;
- condiciones físicas de trabajo inseguras o deficientes;
- cultura institucional que permite los comportamientos negativos;
- apoyo limitado por parte de colegas o supervisión autoritaria;
- violencia, acoso u hostigamiento;
- discriminación y exclusión;
- funciones laborales poco definidas;
- promoción insuficiente o excesiva;
- inseguridad laboral, remuneración inadecuada o escasa inversión en el desarrollo profesional; y
- demandas conflictivas para la conciliación de la vida familiar y laboral.
¿Qué podemos hacer las organizaciones para cuidar la salud mental de nuestros trabajadores y voluntarios?
Para mantener un entorno laboral saludable y productivo, es crucial abordar de manera proactiva los problemas de salud mental y desarrollar Estrategias de Prevención que integren medidas preventivas en la empresa como:
- Evaluación de riesgos psicosociales: identificar y evaluar los factores de riesgo en el entorno laboral. Ofrecer a los empleados y voluntarios herramientas de autoevaluación para que puedan identificar posibles problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión.
- Promoción del bienestar mental: implementar programas de bienestar laboral y actividades que promuevan la salud mental. Promover una cultura que abrace la salud mental y anime a las personas a tratar estos problemas abiertamente. La reducción del estigma asociado a la salud mental es clave. Hay que publicar artículos en las intranets, difundir folletos informativos y establecer canales de comunicación directa para fomentar la concienciación y el apoyo mutuo. Los directores deben dar ejemplo en el uso de recursos de salud mental y en la práctica de comportamientos saludables. Compartir experiencias personales, como tomarse un tiempo para la meditación o asistir a sesiones de terapia, puede incentivar a los empleados a seguir su ejemplo y buscar ayuda cuando la necesiten
- Formación y Concienciación: capacitar a los empleados y directivos sobre la importancia de la salud mental y cómo gestionarla. Llevar a cabo talleres que eduquen a los empleados y voluntarios sobre la depresión y enseñen técnicas efectivas de manejo del estrés, como la atención plena, ejercicios de respiración y meditación. Estos seminarios no solo mejoran la salud mental de los participantes, sino que también incrementan el rendimiento y la productividad en el lugar de trabajo. Es vital que los gerentes estén capacitados para reconocer los signos y síntomas de la depresión y el estrés. Deben sentirse cómodos al abordar estos temas con sus empleados y voluntarios, y conocer los recursos disponibles. Además, deben estar formados para identificar y actuar ante situaciones de acoso laboral y bullying en el entorno laboral.
- Flexibilidad Laboral: ofrecer opciones de trabajo flexible para mejorar el equilibrio entre la vida laboral y personal.
- Apoyo Profesional: proveer acceso a servicios de asesoramiento y apoyo psicológico en el trabajo. Desarrollar Programas de Asistencia al Empleado (PAE) que ofrezcan recursos gratuitos o subvencionados, incluyendo terapia, tratamiento para el abuso de sustancias, asesoramiento financiero, etc. Estos programas son esenciales para proporcionar el apoyo necesario a aquellos que enfrentan desafíos en su vida personal y profesional.
Con beneficios más allá de lo económico
Promover la salud mental en el trabajo es esencial para garantizar un entorno seguro y productivo. Una buena salud mental aumenta la motivación, la productividad y disminuye la probabilidad de sufrir accidentes laborales. En definitiva, influye en todos los aspectos de la vida laboral, desde la capacidad para realizar tareas hasta la calidad de las relaciones interpersonales. Ignorar estas necesidades puede aumentar los niveles de estrés, agotamiento y, por lo tanto, de absentismo.
Las empresas que invierten en el bienestar mental de sus empleados cosechan beneficios en términos de productividad, lealtad y reducción de costos asociados con el absentismo y la rotación de personal.
